12 de abril de 2022

Soledad

 Hay ciertas conductas naturales que adoptamos en pro de nuestro bienestar, una de esas es el estar en soledad.


En el momento justo y necesario, apartarse del ajetreo nos introduce en un campo de percepción distinta pues comenzamos a regular  nuestra energía. Estar constantemente en situaciones sociales puede resultar bastante agotador para nuestra mente y nuestro cuerpo. Al estar en privacidad, das paso a una conexión más íntima con tus pensamientos y sentimientos, reforzamos nuestra simpatía pues al conectar mejor con nuestros sentimientos aprendemos a valorarlos más. En el plano creativo existe un término llamado “incubación” que interviene en la generación de proyectos e ideas creativas. Este consiste en apartarnos un momento de nuestro trabajo, y dejar que nuestra conciencia profundice en nuestra mente y nuestros conocimientos para realizar conexiones inconscientes. 

Hay pensadores que sostienen que la soledad y la contemplación, aunque no estrictas, pueden practicarse, en sentido figurado y espiritual, sin abandonar la sociedad, ni siquiera dejar de vivir en una gran ciudad. Este tipo de ascetismo consistiría en practicar la introspección. 

En el taoísmo, el “tao” es el flujo de la naturaleza con el que debemos alinearnos; en el budismo, es el mencionado “camino medio”; en el confucianismo, es la armonización con el cosmos. 

Las diferencias estriban en cómo avanzar en la introspección: el confucianismo cree en la sociedad, mientras el taoísmo aboga en la ética surgida de la naturaleza y el universo. La soledad y la contemplación propulsan este bienestar introspectivo, en cualquier caso, sea practicando la contemplación y el estudio en sociedad, o viviendo ajenos a ella, se va hacia nuestro interior. 

Ten en cuenta que no hay nada malo o bueno, son solo calificaciones, actúa conforme a tus corazonadas, que no existan límites, escuchate y aceptate primero para alcanzar una sana relación con la sociedad. 



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